4.- Bueno, cuéntenos entonces a quién se debió la aparición de la fregona en España.
Yo era por entonces, en 1955, capitán ingeniero aeronáutico. Hacía pocos meses que había vuelto de los
Estados Unidos donde había seguido un curso de mantenimiento de los aviones de combate F-86, los
primeros de propulsión a chorro, de reacción, que iban a dotar nuestro Ejército del Aire.
Tomando unas copas en un bar del "Tubo" de Zaragoza, con mi amigo Enrique Miquel Romero, oficial
meteorólogo de Aviación, comentábamos mi proyecto de fabricar algunos elementos para el mantenimiento
de aviones, cuando me interrumpió: "Mira, Jalón, no te compliques la vida fabricando nada para el
Ejercito; podrás tener muchos problemas y además un solo cliente. Fabrica algo para que las mujeres
frieguen de pie". Me lo dijo señalando una mujer que al fondo del bar fregaba de rodillas. "Venderás muchos".
Inmediatamente recordé que en las prácticas con aviones en los EEUU limpiábamos el suelo del hangar,
al terminar la clase, con una fregona que escurría las bayetas al extremo del palo con un cubo
metálico que disponía de dos rodillos entre los que se oprimía la bayeta, accionándolos con el pie.
El tema dio lugar a algunos problemas porque en España los oficiales del Ejército están exentos de
los trabajos llamados mecánicos, razón por la que, en principio, nos negamos a realizarlo y lo pusimos
en conocimiento del Agregado Aéreo de la Embajada de España. Este nos dio opción para que la decisión
la tomáramos nosotros mismos y al final aceptamos limpiar el suelo del hangar como así lo hacían los
propios oficiales americanos, e incluso alguno con el grado de coronel.
Antes de terminar las copas de vino, ya había tomado la decisión de fabricar en España las mismas fregonas,
previendo el favor que se haría a las mujeres, el éxito que podría tener y mi capacidad para sacar adelante
la idea. Y a partir de aquel momento puse toda mi voluntad y tiempo libre al servicio del proyecto,
que daría lugar a la creación de la industria Rodex.
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