19.- Los primeros trabajadores.
He de confesar que siempre he considerado colaboradores, digamos que colegas a todos quienes han trabajado conmigo, porque de mi condición de trabajador, ahora mismo cuando esto escribo, es de lo que me siento más orgulloso. Y que no se ofendan los que fueron magníficos ejecutivos, ellos ya lo saben, pero nunca les di mejor trato que a las señoras de la limpieza. Todos colaboradores. Cada uno en su puesto. Porque la dignidad la tenemos de ser personas, mucho antes que por los condicionamientos sociales.
Nunca tuve en los 30 años ninguna huelga ni problema laboral colectivo. Ahora, catorce años después y ya jubilado siempre me doy un abrazo con aquellos con los que me encuentro.
Contaré una anécdota de un operario que precisamente tuve que expulsar de la empresa por sustraer dinero a los compañeros. Me lo encontré en el bar "Los Amantes" de la calle Princesa donde estuvo el primer taller de la sociedad. Me miró fijamente y vino despacio directamente hacia mí sin quitarme la mirada. Pensé que quizás intentaría agredirme y cuando llegó cara a cara, me dijo "se acuerda usted de mí, me despidió del trabajo, pero no se preocupe, fue con razón" y tomamos unas copas juntos.
De todas las personas que trabajaron conmigo en Manufacturas Rodex guardo buen recuerdo y especialmente de los primeros con los que tuve trato más directo y que quiero relacionar. De entre ellos concurren circunstancias especiales en los siguientes:
Jesús Pérez Huerta, actualmente de 85 años, como he dicho, que construyo con mis planos y sus manos, a finales de 1956, los primeros prototipos de fregonas.
Amado López Giménez que entro de aprendiz en 1958 y hoy es jefe de los almacenes de la misma empresa aunque con nombre distinto, Rubbermaid.
Carmen Marco Buriel, que entro también en 1958, hoy jubilada y fabricó ella sola miles de mopas en los primeros años.
Alfredo Torcal Encuentra, que ingresó en 1961 como aspirante y hoy es el director administrativo.
Lamberto Viejo y Aurelio Tejel Mallor, jubilados, que ingresaron en 1959 y 1960 y fueron los primeros profesionales que llevaron la gestión administrativa contable.
José Mª Bescos Buisan y Ángel Rubio Estoduto que entraron en 1962 y toda su vida laboral la han dedicado a la empresa.
Muy especialmente a Vicente Álvarez Bentúe, perito industrial que entró en Rodex en 1964, cuando venía con el uniforme militar, para ocupar la dirección de la primera oficina técnica. Paso por todos los puestos directivos incluida la dirección comercial, hasta llegar a Director General de Manufacturas Rodex, S.A. y miembro del Consejo de Administración, dejando yo la dirección ejecutiva en sus manos cuando en 1973 me concentré en la promoción de Fabersánitas, S.A. y la fabricación de jeringuillas de un solo uso, aunque siguiendo como Consejero Delegado de Rodex.
Desde su ingreso en 1964 ha sido su gestión decisiva en el éxito industrial y comercial de la compañía. Trabajo conmigo y Julio Cejudo en el desarrollo de nuevos productos, tuvo actualizada constantemente la tecnología y dirigió al personal con un trato afable pero también con eficacia. Hoy día, continúa de director general de la factoría de la carretera de Logroño. Habla varios idiomas y la gran estima en que le tuvimos sus compañeros del Consejo de Rodex, la siguió teniendo de los holandeses de Curver y ahora de los americanos de Rubbermaid. Muchas gracias Vicente Álvarez.
Aunque alternativamente ha pertenecido a la empresa o ha trabajado por libre, tengo que traer aquí a Julio Cejudo, autor del diseño final de todas nuestra piezas y todos los catálogos y publicidad. Un genio proyectista que dio un sello especifico a la imagen de la empresa. Está jubilado. Fue y es amigo mío. Y José Luis Pinilla, que fue un denodado y entusiasta director comercial.
En la siguiente relación quizás falte alguno, pero sí están la inmensa mayoría de los primeros trabajadores de Manufacturas Rodex, S.A.
Y aunque sean posteriores no quiero dejarme a mis eficientes secretarias, Elena Lasaosa, Julia Pelegrín y Teresa Valdes.
AQUÍ RELACION DE PERSONAL DE RODEX
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