11.- Demostraciones en escaparates y también para vender al comercio.
Hicimos demostraciones con vistosas señoritas en escaparates, con resultados muy sorprendentes, hasta el extremo de tener algunas veces que ordenar el tráfico en las aceras los guardias locales por los tumultos que se ocasionaban.
Pero también había que demostrar la fregona al comerciante para que se decidiera, precavido, a pasar un primer pedido de una o dos fregonas.
Enrique Falcón, el primer vendedor, siempre llevaba en el coche un lavasuelos Rodex "Doméstico" y en cuanto veía una oportunidad lo sacaba, cogía agua y fregaba él mismo la tienda.
Las demostraciones marcaban la diferencia, vender o no vender.
El vendedor que por comodidad o vergüenza no fregaba, no llegaba a estrenarse y rehusaba la representación siempre con la misma disculpa: "en esta plaza no interesa la fregona".
El primer vendedor de Valencia nos escribía en 1957: "… los principales distribuidores de esta plaza, bien sea por apatía o por falta de enfoque, el resultado aquí ha sido bastante nefasto…". Su sucesor Arístides Diez Box consiguió introducirlo con rapidez, con el apoyo entusiasta del comercio más importante de Valencia de entonces, "Almacenes La Cadena", que le concedió cierta primacía en la gran "Feria del Hogar" que ofrecía cada primavera.
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